- Se perdió en el serventía, tendría que caminar en algún punto encontraría un camino nuevo y podría orientarse o encontrar algún hogar o poblado.
- Su enfermedad le impedía hacer muchas cosas, dependía del sérico demasiado y no había nada que pudiera cambiar.
- Tomo el sésamo, haría un pastel delicioso no tenía dudo de ello.
- La soriasis era cada vez más intensa, temía que la piel terminará por caersele.
- Su naturaleza lo instaba a buscar una guarida, una sima sería lo ideal, pero en ese momento no era exigente, cualquier agujero le serviría.
-Su fuerte no era solazar, pero deseaba hacerlo sonreír ya había sufrido demasiado.
- El saltimbanqui se equilibraba con demasiada facilidad en la cuerda, era impresionante.
- Tomo el baremo y reviso las cuentas, en algún momento debía tener un error, no podía ser cierto que sus finanzas fueran tan precarias,
- El hombre tomo el zuncho y apretó varias varillas juntas, debía reforzar toda la estructura.
- Ella no podía soportar más las miradas de todos por lo que se parapetó tras el grupo de plantas que formaban un pequeño muro que la cubría casi por completo.
- Era un hombre de baja estofa, era fácil darse cuenta por su falta de modales y educación.
- No podía dejar de barruntar que algo andaba mal con él, no es que hubiera signos de algún cambio pero había algo en su miraba que la hacía sospechar.
- Estaba tan apocado, ya nada lo emocionaba, se preguntaba una y otra vez que sentido tenía todo, cuando ya no tenía nada que le importará.
- Comía los pastelillos con fruición, si alguien la descubría pagaría caro su atrevimiento, pero no podía negarse el gusto de comer eso deliciosos pasteles.
Bien ahí las tienen, ya las conocía, alguna es nueva para ustedes?
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