-Suéltame. Suéltame o ...
-¿O qué?
Kirtash sacó un puñal de los bolsillos interiores de la cazadora, y Victoria retrocedió, temerosa, y maldiciéndose a sí misma por haber acudido sin un arma para defenderse.
Pero lo que hizo Kirtash a continuación la sorprendió. Tiró de ella hasta dejarla muy cerca de él, le puso el puñal en la mano y lo colocó sobre su propio cuello.
-Voy a matar a tus amigos -repitió. -Porque he de hacerlo, ellos son renegados y es mi cometido. Pero ahora tú tienes la oportunidad de matarme a mí. No es tan difícil. No me defenderé.
Victoria parpadeó, perpleja.
-No... no lo entiendo.
Pero seguía blandiendo el puñal, seguía sosteniéndolo sobre la garganta de Kirtash, podría degollarlo, podría bajarlo un poco más y clavárselo en el corazón... con solo mover la mano... y salvaría muchas vidas, porque el joven ya había manifestado su intención de seguir matando.
-Piénsalo -insistió él. -Puedes acabar conmigo. Como has intentado hacer esta tarde, durante el concierto. Ya te he dicho que tarde o temprano asesinaré atus amigos. Especialmente a Jack -Victoria apretó los dientes. -No mato por placer ni por deporte, pero debo confesar que tengo muchas ganas de acabar con él.
Victoria pensó en Jack, dormido en el sillón de la habitación del hospital, velando su descanso, y sintió que los ojos se le llenaban de lágrimas de rabia y odio.
-No te atreverás - susurró.-No te atreverás a tocar a Jack, por que, si lo haces...
-¿Qué? ¿Me matarás? Adelante, puedes hacerlo ahora.
Victoria gritó y apretó la daga contra el cuello de Kirtash. Pero, por alguna razón, el objeto resbaló entre sus dedos y cayó al suelo. Victoria quiso golpear al joven con los puños, pero él la sujeto por las muñecas. Odiándose a sí misma por ser tan débil, Victoria dejó caer la cabeza para que sus cabellos ocultaran su rostro, y las lágrimas que empañaban sus ojos.
-¿Por qué no puedo matarte? -preguntó, angustiada.
Él le hizo alzar la cabeza para mirarla a los ojos.
-Yo iba a hacerte la misma pregunta -dijo en voz baja.
Y se inclino hacia ella y la besó con suavidad. Victoria jadeó, perpleja, pero cerró los ojos y se dejó llevar, y sintió que algo estallaba en su pecho y que un extraño hormigue recorría todo su cuerpo. Los labios de Kirtash acariciaban los suyos, con ternura y, cuando se separó de ella, la muchacha se sentía tan débil que tuvo que apoyarse en el pecho de él para no venirse abajo.
-Por qué me haces esto -susurró, dejando caer la cabeza sobre el hombro de Kirtash. -No es justo.
Por algún extraño motivo, en medio de toda aquella situación, Victoria no pudo evitar pensar en Jack. Reunió fuerzas para separarse de Kirtash y lo miró un momento.
Situación entre Kirtash y Victoria. Capitulo IV 2da Parte.
Memorias de Idhún 1 La Resistencia de Laura Gallego Garcia.
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