Mentís, lo que dices no es correcto.
Era una caja tremebunda, le daba miedo abrirla y mirar su contenido, debía ser algo colosal para estar en semejante caja.
Le mostró su dilección al tomarla de la mano y ayudarla a bajar por la empinada.
Eso no era más que un truismo, todos sabían que ella era una mujer de dudosa reputación.
Matar animales por el placer de hacerlo era simplemente abominable.
Ese hombre tenia un zapallo enorme, me daba risa solo de verlo.
Tras el golpe en el pie mi dedo gordo estaba tumefacto y muy morado.
Bien esas son las palabras aprendidas, espero ya las conocieran.
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