Corrió detrás del jabato pero sin duda no lo alcanzaría.
Realmente era un grosero, ignorante y bruto, no había duda el tipo era un cernícalo.
Creían que tenía dislexia por lo mucho que trabucaba las palabras.
No podía estar de acuerdo con ella, sus opiniones eran ciertamente divergentes.
Miro el nimboestrato, no pudo evitar deprimirse, eso le pasaba con el clima así, siempre.
Estaba harta de todo lo que le rogaba, era un pedigüeño sin vergüenza alguna.
Le hicieron esperar en la veranda por más de media hora.
Listo, me encanta cuantas palabras nuevas estoy descubriendo, espero no las conocieran tampoco.
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